El 8 de marzo es un día de reivindicación y visibilización de las desigualdades que, a día de hoy, siguen sufriendo las mujeres.
En España, el porcentaje de mujeres cuidadoras asciende a casi el 75% del conjunto de la población que ejerce los cuidados. Esta cifra muestra como mayoritariamente son las mujeres quienes realizan esta labor, en muchos casos renunciando a su tiempo personal, familiar y de ocio. Existe, en la mayoría de los casos, un dilema entre obligación y satisfacción por el que diferentes corrientes feministas intentan cambiar el sentido de los cuidados con un triple objetivo:
1. En primer lugar, visibilizando el aporte a la sociedad que realizan las mujeres cuidadoras, dándole el valor y reconocimiento que merece.
2. Realizando un reparto equitativo entre hombres y mujeres de las responsabilidades y obligaciones que conlleva el trabajo de cuidadoras, además de con el Estado y la sociedad.
3. Y por último, resignificando los cuidados como actividad y usos de recursos con los que se pretende que cada persona dependiente o cuidadora viva su vida en base a los derechos humanos y el derecho a la vida en primera persona.
Por todo esto, tanto hoy como el resto del año, debemos seguir trabajando para construir una sociedad mucho más equitativa y corresponsable.