Cuando tu día a día está lleno de responsabilidades y tareas, como es el caso de las personas cuidadoras, puedes pensar que dedicar un rato a la relajación es una pérdida de tiempo y nada más lejos de la realidad. Las técnicas de relajación son fáciles de realizar, las puedes llevar a cabo prácticamente en cualquier lugar, requieren poco tiempo y tienen muchos beneficios para tu salud:
- Disminuyen la frecuencia cardiaca, la presión arterial y la frecuencia respiratoria
- Mejoran la digestión
- Favorecen el mantenimiento de niveles de azúcar en sangre normales
- Disminuyen la tensión muscular
- Ayudan a aliviar el dolor crónico
- Mejoran la concentración y el estado de ánimo
- Mejoran la calidad del sueño
- Disminuyen la fatiga
- Ayudan a reducir emociones desagradables como la ira.
La relajación no es sólo sinónimo de tranquilidad o una simple actividad para pasar el tiempo, sino que es un proceso que te ayuda a reducir los efectos del estrés.
Existen numerosas técnicas de relajación (relajación muscular, respiración profunda, meditación, visualización…) no importa la que elijas y si una no te funciona, puedes probar con otra. La relajación requiere práctica, ¡ten paciencia e irás viendo los resultados!
A continuación, dejamos un enlace para que puedas empezar a practicar.
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