En el día a día se dan situaciones en las que comunicarnos con el familiar al que estamos cuidando se hace complicado.
A veces nos damos cuenta de que no nos está entendiendo, que no somos capaces de hacerle llegar lo que queremos transmitirle o simplemente tenemos la sensación de que por mucho esfuerzo que hagamos, parece que no comprende. También se producen malos entendidos o situaciones que generan tensión.
Tenemos aquí algunos consejos que pueden resultar de utilidad para mejorar esta comunicación y que todo sea un poco más sencillo.
CLAVES
Proporcionar un trato adecuado, digno y respetuoso. No caer en la infantilización de la persona y hablarle como adulta que es, tenga o no tenga deterioro cognitivo.
Darle tiempo para responder, pues la comunicación con personas con limitaciones funcionales y, sobre todo, cognitivas, puede requerir disponer de más tiempo para hacerse entender y para recibir una respuesta.
Buscar temas de conversación que interesen tanto a la persona cuidadora como a su familiar.
Estimular la memoria y el recuerdo de las personas.
Prestar atención a las emociones y sentimientos.
PAUTAS PARA COMUNICARSE CON PERSONAS CON DETERIORO COGNITIVO
Haz preguntas sencillas: ¿Tienes frio? ¿Te apetece salir?
Utiliza un lenguaje simplificado: Por ejemplo: “Elije la camisa para hoy”. Y al mismo tiempo le muestras únicamente dos camisas a elegir.
No intentes razonar ni discutir.
No des lecciones. No le avergüences.
Evita decir “ya te lo dije…” Repítelo las veces necesarias.
Evita decir “¿Pero no te acuerdas?”
Cambia el “no puedes” por el “haz lo que puedas”.
No hables con otros delante de la persona como si no estuviera presente.
Modifica las frases “en negativo” por otras “en positivo”: En lugar de decir “No te levantes”, puedes decir “quédate sentado”.
COMUNICACIÓN NO VERBAL
Apoya con gestos las palabras que dices, facilitará la comprensión.
Mira a los ojos a la persona a la que hablas.
Siéntate a la altura de la persona con la que te estás comunicando
Utiliza el contacto físico y la sonrisa
Evita cruzar los brazos o estar simultáneamente mirando el teléfono móvil, el reloj o atendiendo a cualquier otro aspecto que dificulte la comunicación.