El 15 de mayo se celebra el día internacional de la familia y nos gustaría hacer una reflexión sobre las transformaciones que ésta ha ido experimentando, teniendo su repercusión también en los cuidados y la manera de ejercerlos en la sociedad.
En las últimas décadas el número de personas en situación de dependencia se ha visto incrementado en España de manera considerable. Este aumento ha estado motivado por diversos factores como el aumento de la esperanza de vida, sobreenvejecimiento de la población o la supervivencia actual a las enfermedades crónicas. A esto, hay que sumar el hecho de que los cuidados informales se han visto influenciados por las transformaciones en el modelo de familia que comentábamos al principio:
Desaparición de la familia extensa
Mayor movilidad geográfica que distancia los núcleos familiares
Variedad de modelos de familia coexistentes
Cambios respecto a la posición social de las mujeres y su rol dentro de la familia
Las mujeres son, aun hoy, quienes de manera mayoritaria ejercen los cuidados, bien de manera exclusiva o como una continuidad de su jornada laboral. Además, esta realidad ha supuesto un obstáculo en su desarrollo e integración en el sistema productivo, con la dificultad de conciliar la vida familiar y laboral. Toda esta realidad hace que sea necesario reforzar los sistemas públicos para garantizar servicios y prestaciones que apoyen la tarea de cuidados.
Las sociedades y los modelos de familia están, como hemos visto, en continuo cambio y transformación. Debemos en todo momento garantizar el bienestar de la población en situación de dependencia, asegurando a su vez, la atención y cuidado de las personas cuidadoras. Solo conseguiremos seguir creciendo como sociedad, si garantizamos el bienestar de ambas partes de la ecuación.