Como todos sabemos, el ejercicio físico tiene numerosos beneficios para nuestra salud. Llevar a cabo actividad física de forma frecuente reduce el riesgo de padecer algunas enfermedades, nos mantiene activos, mejora el estado de ánimo, ayuda a combatir el estrés y favorece el sueño.
Sin embargo, no siempre encontramos el tiempo o las ganas para realizar ejercicio, y más cuando nuestras responsabilidades como personas cuidadoras son tantas….
¡Hoy proponemos algunas ideas a tener en cuenta!
Para empezar, podemos hacer pequeños cambios en nuestras rutinas diarias que supongan un aumento de actividad física. Por ejemplo, podemos decidir ir caminando a hacer recados en lugar de usar el transporte, o subir y bajar las escaleras en lugar de utilizar el ascensor.
Salir a caminar a paso ligero durante 30-45 minutos al día es un hábito muy saludable. Si además buscamos compañía para hacer esta actividad, nos resultará más agradable y seguramente nos comprometamos más.
Hacer algunas tablas de ejercicio en casa nos puede ayudar a mantenernos activos sin robarnos mucho tiempo.
Os dejamos un enlace con un video de la Universidad de A Coruña en la que se os proponen ejercicios de estiramiento.
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