Recomendaciones para darte prioridad

Vivimos en una sociedad que en muchas ocasiones se muestra agitada, complicada, estresada. Esta vida, nos hace llevar un ritmo frenético que nos nos permite poder dar prioridad a lo que verdaderamente importa: Nosotros/as mimos/as.

Sentirnos culpables por darnos prioridad es algo fácil. Sentimos que no tenemos derecho, que no es justo querer darnos tiempo, porque "tenemos que dedicárselo a los demás; al otro". Sin embargo, dedicarnos tiempo hace que nos sintamos mejor, y por ende, demos lo mejor de nosotros mismos a los demás.

Por ello, nos gustaría compartir unas recomendaciones con el objetivo de darte prioridad:

1. Olvídate de la culpa por ocuparte de ti. Y para empezar, no des explicaciones: no tienes que darlas, no tienes que justificarte. Entiende que te mereces, que tienes derecho a cuidar de ti. Si entiendes esto, comprenderás que cuando mejor estés, mejor serás para los demás.

2. Recuerda que tus necesidades son importantes.  Busca tiempo para quererte, para atenderte, para mimarte. Tómate tiempo para analizarte y conocerte. Si tus necesidades no son prioridad para ti, no lo serán para nadie más.

3. Evalúa qué aspectos de tu vida te provocan estrés y considera en qué medida tienen valor para ti. A veces el estrés es provocado por nuestra actitud ante una situación. Pregúntate si realmente es importante y merece la pena lo que te provoca. Controlar el estrés no va a influir negativamente en nadie. 

4. Observa y  distingue las necesidades verdaderamente importantes de las que no lo son. A veces hacemos listas interminables que solo suponen un trabajo excesivo pero que no nos conducen a nada. Separa las importantes y prioritarias de las que pueden esperar.

5. Asegúrate de que todos los días tienes un tiempo para ti, para estar tranquilo/a y haciendo algo que desees. Es fácil olvidarse de las necesidades personales cuando se está atrapado en la acción de todo el día. Respira. Para. Escucha la calma. Tómate el tiempo necesario para hacer esas cosas que te hacen sentir mejor , que te hacen sentir más seguro y más fuerte, que te recuerdan lo importante que eres. Haz ejercicio, cuida tu cuerpo, dedica un tiempo a leer, comer bien, dormir lo suficiente, hablar con alguien.

6. Abraza tus emociones. Escúchalas.  No te niegues la posibilidad de sentir. No suprimas emociones como si así fueran a desaparecer todos los problemas. Tienes que aceptar y comprender tus emociones y tus sentimientos

7. Cultiva la capacidad de entender la diferencia entre lo que puedes cambiar y lo que no, y aprende a dejar pasar las cosas con las que no puedes. Cada día encontrarás algo nuevo que te guste y algo que puedes cambiar para ser mejor.

8. No olvides que solo hay tres cosas en la vida que puedes controlar: lo que piensas, lo que dices y lo que haces. Asúmelo y actúa en consecuencia. No te dejes manejar y sé consciente de lo que haces y de por qué lo haces.

9. Aprende a decir no. Tu tiempo es valioso, no lo desperdicies en cosas que no te llenan. Pon límites. Recuerda que hay que buscar un equilibrio entre la vida personal y laboral. Separa lo que es tuyo de lo que no lo es.

10. Rodéate de personas que te dan tranquilidad. Comparte tiempo con tus seres queridos, júntate con amigos, reconoce y aprecia a las personas que son positivas y edificantes en tu vida. Estas personas te van a ayudar a buscarte y encontrarte a ti mismo.  

Por último, recuerda que lo primero de todo, es que no te sientas culpable por mirar por ti; puede que en ocasiones seas la única persona que va a hacerlo y de eso depende tu salud.

Pensar en ti no significa dejar de pensar en los demás, simplemente organizamos y secuenciamos. Recuerda que convertirte en una mejor versión de ti va a ayudar mucho más a los demás de lo que imaginas.

Amarse a uno/a mismo/a es el comienzo de un romance para toda la vida