Hoy os queremos compartir este fragmento de entrevista en el que se abordan algunos aspectos muy relacionados con el cuidado, concretamente de personas mayores.
Se menciona en él, al médico geriatra Bill Thomas, cofundador de “La alternativa Edén”, una organización internacional dedicada a crear calidad de vida para las personas mayores y quienes las cuidan a través de la formación, la consulta y la divulgación. Consideran la soledad no deseada, el sentimiento de inutilidad y el aburrimiento como las tres plagas, las “enfermedades del espíritu” que tienen un impacto muy negativo sobre la salud.
Cuando las personas peinan canas, con el gris que también tiene la luna, a menudo aparecen actitudes que, siendo bienintencionadas, tienen efectos realmente negativos para su salud, tanto desde un punto de vista emocional, como social e incluso funcional.
La sociedad tiende a la sobreprotección, que acaba restando libertad y autonomía a la persona mayor, especialmente si tiene alguna patología que le genera cierta dependencia.
Cuando cuidamos, siendo como ese sol que tiene más fuerza, a menudo nos cargamos de tareas, interviniendo incluso en algunas que la otra persona podría realizar de forma autónoma.
Desde cuidar a quienes cuidan, proponemos un modelo de cuidados que se centre en las fortalezas de la persona a la que se cuida, fomentando su autonomía en la medida de lo posible. Es importante conocer el grado de apoyo que requiere cada tarea y graduarla de forma que la persona sienta que aún participa en su vida, toma decisiones y es útil.
De esta forma, si la persona sólo requiere que supervisemos y le vayamos recordando los pasos para ducharse, no la asearemos directamente, o si ya no puede vestirse, sí podrá quizá elegir si prefiere la camisa azul o la blanca. Se trata de implicar a la persona en esos cuidados, de manera que participe de forma activa, aumentando el sentimiento de control, utilidad y pertenencia.
También debemos tener en cuenta la historia de vida de la persona, los gustos, preferencias, actividades de interés, ocupación previa, etc. a la hora de proponer actividades estimulantes y con sentido. Centrar la atención en la persona a la que se cuida, en las particularidades que la hacen única, es vital para ofrecer unos cuidados de calidad.
Os animamos a ser soles de los que dejan brillar a la luna
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